Hacía muchísimo que no escribía un post contando las ocurrencias de Redondo, que como buen niño de 3 años que es, tiene muchísimas. Cada vez que dice una de esas que no puedes evitar que se te escape la sonrisa, lo anoto en el móvil para que no se me olviden, de vez en cuando las releo y se me instala la sonrisa en la cara y me muero de amor. Ahora ya hacía tiempo que no escribía un post, así que vengo a ponerle remedio.
El curso pasado, con motivo del quinto centenario de la muerte de Cervantes, en el cole hicieron una serie de actividades sobre su vida, el Quijote… bueno, el caso es que a Redondo le encantó y estaba loco con Cervantes y el Quijote. Un día estábamos en el coche esperando para entrar en la piscina y pasó un hipster por delante nuestra. Redondo en cuanto lo vio pasar, pegó un salto en el asiento como si tuviese un muelle en el culo y se pone a gritar: Mamá, un señor con barba, es Don Quijote!! Teníamos las ventanas abiertas, así que yo me meé de la risa y me morí de vergüenza a partes iguales…
Redondo no cuenta nada del cole, para que me cuente algo se lo tengo que sacar con sacacorchos, casi. Así que yo todos los días le pregunto con quien ha jugado, quien era hoy en encargado, que qué ha hecho… Se ve que lo agobio algo porque un día cuando le pregunté que qué había hecho, me mira con cara de “mamá, eres una pesada” y me contesta: Pues estudiar, mamá, estudiar. Claro, obvio, no sé como se me ocurre preguntar….
Otro día al llegar del colegio se baja escopetado del autobús y ya sin decir nada más me suelta: mamá, estoy “hambiento”, este tractor no tiene gasoil.
Ya sabéis lo que le gustan los dinosaurios a este niño, pero es que ahora dice que quiere ser “paleontóbolo” y en la playa entierra sus juguetes en la arena y luego con el rastrillo los desentierra y dice que está buscando fósiles. A ver si descubre alguno de verdad y nos saca de trabajar a su padre y a mi…
Redondo es un niño que habla mucho, mucho, mucho. Es un laretas, empieza a hablar y va de un tema en otro sin parar, parece una metralleta. Un día que estaba especialmente locuaz, después de un rato enorme sin parar de hablar su padre le dijo: Redondo, cállete un ratito, anda, por favor. Y va el y le contesta: papá, no puedo, no me calla la boca! Yo creí que me daba algo de la risa
Cuando volvimos de vacaciones, yo iba hablado con él y le decía: venga, que ahora al llegar a casa me tienes que ayudar, que tenemos que poner por lo menos tres lavadoras. Va y me contesta todo preocupado: pero mamá, no podemos poner tres, que sólo tenemos una!! El tío debió de pensar que me había vuelto loca, a ver de donde íbamos a sacar ahora tres lavadoras jejejeje
También volviendo de vacaciones, al pasar por Vigo, cuando estábamos entrando en el puente de Rande… para los que no habéis estado en Vigo, el puente de Rande es este:
Total, que en cuanto vio el puente se emociona todo y dice: Estamos en Bahía Aventura!! Ahí viene Ryder!!
Y hasta aquí las peripecias de mi niño grande, si queréis ver más aquí os las dejo:
9 Comments
Madre mí como les maquina la cabeza jajaj está haciéndose un chicote mayor ya 🙂 Me ha encantado lo de Bahía Aventura jajaj
Jajaja que bonito es!!!
Y digo yo, si son así con nosotros cuándo estén ellos solos debe ser brutal!
jajajajajaja, como me he reido leyendo las cosas de Redondo.
Oye pues sabes que en las tiendas Tiger tienen un juego de paleontólogo que vas quitando arenita con un cepillito y aparecen huesos? seguro que le iba a gustar.
Jajajajajajaja me parto, son la leche los pequeñajos, y lo de bahia aventura me ha encantado!!! Morlita si ve un helicóptero dice que es Sky y si ve una escavadora dice que es de Rabble!! Jejejeje besos!
¡Qué rico!
Guárdalas todas en una libreta, cuando sea mayor pasará buenos ratos recordando.
Las ocurrencias de los peques son una pasada!! La verdad que es buena idea escribirlas porque sabe mal olvidarlas con el tiempo!!
Muchos besos
Te cuento mi truco para q me cuenten cosas del cole mis peques (9 y 4 años), les pregunto cual ha sido lo mejor y lo peor… casi todos los días cuentan algo que de otro modo ni me hubiera enterado.
Ayyyy, son tan entrañables… Álvaro tampoco se calla y claro, con tanto hablar, suelta cada perlita…
Un besazo
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